Ante la triste noticia de la decisión que tomó el consejo regional, no podemos quedarnos callados y no opinar al respecto:
Lamentamos que algunos consejeros no comprendieran la situación, que va más allá de suspender a un integrante del consejo o no, lo que esperábamos es que sepan cambiar y ver formas de poner límites a posibles situaciones como la que se dio con el consejero Sierpe. Podemos entender que las personas se equivocan y pueden cambiar, pero lo que no podemos comprender es como un organismo con la jerarquía e importancia en la región, no tenga la capacidad de hacer una auto evaluación de su accionar y generar herramientas para evitar que se puedan dar situaciones peores. Entendimos que esta situación en particular serviría para comenzar un proceso de cambio y mejora del funcionamiento interior del mismo.
Con esta decisión y la lamentable abstención del consejero Soto, comprendemos que hay una visión poco clara del significado de las acciones y las consecuencias que se pueden dar. Los errores tienen que servir para entender que hay que cambiar y mejorar cosas, no solo en lo interior de una organización como esta, sino también en lo general, ¿qué mensaje están dando, si no son capaces de asumir las responsabilidades a los actos que se puedan dar? Entonces, ¿si otro integrante comete algún acto más grave, tampoco tendrá consecuencias y con un simple perdón seguirá en su función como si nada hubiera ocurrido?
La pandemia ha acelerado procesos y sacado a la luz muchas cosas de un proceder de otros tiempos, la supervivencia depende de la capacidad de cambio y en ese sentido no importan los colores o pensamientos políticos partidarios, los funcionarios públicos y dirigentes tienen que ser más humanos y pensar en el bien común y el respeto.
Estamos en un momento delicado y en medio de un proceso de cambios en lo institucional, vamos a poder por primera vez elegir a la cabeza de nuestra región, que tendrá que defender los valores más altos de los magallánicos y situaciones como esta no hacen más que demostrar que hay una gestión antigua, donde no importan las formas y consecuencias, total se puede pedir perdón y seguir…
Hay que tener la grandeza de cambiar y mejorar la gestión, mostrar transparencia y poner los valores humanos desinteresados antes de cuestiones personales, lo único bueno de esta decisión es saber de qué lado esta cada uno, ahora solo queda mostrar nuestra aprobación o descontento en las urnas, porque evidentemente no hay interés de cambios para algunos.