El Consejo Regional Magallanes del Colegio de Periodistas de Chile hace un llamado urgente a la Intendenta Regional Jennifer Rojas García a enfrentar la pandemia del COVID-19 con todas las capacidades de nuestra comunidad. El coronavirus está demostrando ser una sindemia. No es sólo un problema de salud pública o epidemiológico, sino que está poniendo en juego la totalidad de las dimensiones de la vida social. Su impacto lo vemos en el desarrollo económico, en la calidad de vida de los habitantes y, principalmente, en la confianza pública.
En ese contexto, reclamamos una estrategia comunicacional de educación pública de autocuidado, convocando a los medios de comunicación y también aprovechando todas las capacidades del Estado. No podemos darnos el lujo de no servirnos de la experiencia a nivel local. como la de haber enfrentado la aparición de la marea roja o el fenómeno de la capa de ozono en forma exitosa. Debemos recordar lo aprendido de esas experiencias para cuidarnos y protegernos. Necesitamos usar las herramientas de la comunicación social y las ciencias sociales, en general, para dar respuestas robustas y no débiles ante la pandemia.
Con ese sentido, debemos recuperar el rol de la promoción de la salud en la gestión del problema a nivel local. Es estratégico abogar por una concepción preventiva y no curativa de la salud. Ello implica reconocer que no es suficiente informar datos. Claro que es importante hacerlo; pero no menos que educar. Los periodistas y colegas del sector salud deben recuperar su rol, con el fin de aportar en la gestión de políticas públicas, desde una mirada disciplinar.
También echamos de menos una activa participación de quienes trabajan en divulgación científica desde diversos ámbitos en la región. Periodistas, cineastas, diseñadores, educadores, audiovisualistas, comunicadores, gestores culturales y, por cierto, los medios de comunicación. ¿Cuántas regiones en Chile poseen secciones de divulgación científica en sus medios de comunicación? Ese es un capital cultural que espera irrumpir con todas sus herramientas y redes.
¿Qué debemos recordar cuando hablamos de comunicación social? Que la estrategia fracasará si no atiende las necesidades y el contexto local, usando los canales idóneos para llegar a la ciudadanía; y trabajando en construir un sentido compartido para enfrentar la crisis. El mensaje debe convocarnos a ser parte de la política sanitaria. Eso implica dejar de lado el discurso culposo hacia la población e invitarnos a (sobre)vivir bajo un nuevo contexto social. Nada de eso se hace, sin un buen diagnóstico de expertos.
Hace más de 20 años, cuando apareció la marea roja, se tuvo la capacidad de entender rápidamente qué nos unía ante el problema de salud pública, con un efecto total en la vida social. Hoy, tenemos grandes avances desde el punto de vista de las nuevas tecnologías de la información, que facilitan llegar a las personas, pero nos ha fallado el mensaje y la falta de una estrategia con pertinencia local. Es hora de reaccionar.