«.. Que fácil es protestar por la bomba que cayó a mil kilometros del ropero y del refrigerador..»Silvio Rodriguez.
1.- Luego de algo más de 100 días ha puesto fin a su huelga de hambre el machi Celestino Córdova, trayendo algo de tranquilidad a su familia y cercanos, que siguieron este proceso y fueron capaces de mantenernos informados.
No debemos olvidar que aún hay varios mapuche en huelga de hambre en Angol y Temuco y menos aún dar por terminado el conflicto.
Podríamos escribir mucho sobre el tema y dejar claro que la mal llamada pacificación, tenía como objetivo quitar al mapuche la propiedad sobre sus tierras, costara lo que costara.
Por lo mismo me permito invitar a nuestros lectores a buscar esta información en Facebook
https://www.facebook.com/francisco.rojasarriagada/videos/2652529798336943/?t=83
No cabe duda. El sistema, el Estado chileno miente. Robaron, mataron y destruyeron archivos, para intentar hacernos creer que el mapuche reclama algo que no es real.
Una vez visto, pedirles, invitarles a difundir este material. Es lo menos que podemos hacer por esa causa.
2.- Cientos son los jóvenes que están privados de libertad luego de los hechos acaecidos desde el 18 de octubre del año pasado. Durísimas las condiciones en que se les mantiene encarcelados, lenta la investigación, lamentable las condiciones en las que están sus familias y en particular sus madres.
Y sin embargo el silencio de los medios de comunicación ha sido riguroso, salvo excepciones, la tergiversación de los hechos asquerosa y solo la contundencia de las pruebas, hizo que salieran a la luz los nombres de los criminales que dejaron ciega a Fabiola Campillai.
¿Y los que torturaron, los que quitaron parcialmente la vista a decenas de jóvenes, los que se metieron a apalear y gasear las poblaciones? ¿Cuando se les identifica y somete a juicio?
Cómo contrasta todo esto con el tratamiento que reciben de la justicia los ricos y sus hijos, estás lacras de la sociedad que se ríen de todo y de todos, que pueden matar, traficar drogas, corromper y no recibirán el castigo correspondiente, simplemente por qué son miembros de la clase privilegiada.
3.- Es claro que vivimos en una sociedad de clases. Por lo mismo no descansaremos en el mensaje central de nuestro trabajo en estos meses. Debemos trabajar duro para educar a miles que desconocen sus derechos e invitarles a organizarse para que así puedan, junto a muchos, luchar por sus derechos.
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE