En Chile ya nos acercamos al millón de personas desempleadas, el temor a perder la fuente de sustento, junto al temor a enfermar, son las principales preocupaciones de la población, según reciente estudio de la consultora GFK. Los actores públicos y privados pronostican un magro desempeño del país. Lo que fue confirmado por el Banco Central en el último Informe de política monetaria (IPOM), con una mirada sombría, espera una caída de al menos 5% en el crecimiento del país. Se suma a una reducción de la expectativa de recuperación para el próximo año. En palabras simples, nuestro país se ve afectado fuertemente por la pandemia, reduciendo su capacidad de producir y crear riqueza, que son, en definitiva, en lo que se traduce el crecimiento económico.
El plan de protección y reactivación por 12 mil millones de dólares, acordado la semana pasada entre parte de la oposición y el gobierno, contempla medidas para incentivar y acelerar la inversión pública. Es la forma de echar a andar la economía, inversión que genere empleos, que genere ingresos para los trabajadores. La iniciativa fiscal busca fortalecer la demanda agregada, para revertir la fuerte caída en la venta de bienes y servicios.
En Magallanes, iniciamos las faenas productivas de temporada, las plantas de proceso de productos del mar, se encuentran en plena actividad. Son miles de trabajadores que prestan servicios cada año en esta actividad. Pero este año, es distinto, estamos enfrentando el mayor desafío sanitario de nuestras vidas. El trabajo debe realizarse duplicando los cuidados habituales en higiene y seguridad.
En este ámbito, el empleador tiene una gran responsabilidad. Adoptar todas las medidas necesarias, para asegurar la protección efectiva, de la vida y salud de los trabajadores. En el contexto de la pandemia, a las medidas de prevención propias de cada labor, se suman las recomendaciones específicas para prevenir los contagios. Esta responsabilidad del empleador, sólo se traducirá en una efectiva protección de sus trabajadores, si existe confianza y colaboración de los trabajadores.
Días atrás, se produjo en Punta Arenas, un episodio de contagios en un par de plantas de proceso de productos del mar. Como resulta obvio esto ha producido alarma pública. Del caso en cuestión, es necesario puntualizar, que se trata de labores transitorias, asociadas a la temporada de extracción de productos del mar. En este caso, es la faena de Erizo. En Magallanes existen más de 20 empresas que se dedican a esta labor, procesando y posteriormente exportando estos productos. La mayoría de las empresas del sector, son ampliamente conocidas, contratan en la temporada, un número variable entre 200 y 400 trabajadores. Las empresas en cuestión son fiscalizadas en cada temporada por la Dirección del Trabajo, la Seremi de Salud y Sernapesca. El volumen de trabajadores que participan de esta actividad supera los 5 mil, considerando los trabajadores transitorios, de temporada en las plantas. Y los trabajadores de la flota pesquera artesanal que realizan la extracción.
¿Por qué es importante caracterizar este sector laboral? Yo, diría que es fundamental, a objeto de verificar cumplimiento de las medidas preventivas, y evitar la ocurrencia de episodios como el que se comenta. En mi condición de ex director del Trabajo de Magallanes, tuve ocasión de trabajar cercanamente con cada sector productivo de la región. En este caso en particular. En su momento constituimos una mesa tripartita, la que permitió resolver muchas materias, para mejorar las condiciones de desempeño.
El dialogo social, es en mi opinión la forma de tratar las nuevas exigencias de la pandemia. Instar a la asociatividad, tanto del sector patronal como el de los trabajadores. La transitoriedad de las labores, producto de la estacionalidad, obliga a redoblar los esfuerzos, para que los trabajadores participen proactivamente en la prevención.
Realizar testeos preventivos a los trabajadores, resguardo estricto del distanciamiento físico al interior de las instalaciones. Entrega de los elementos de protección personal, para Covid19, con cargo al empleador. Protocolos conocidos por todos los trabajadores, sobre procedimiento de trabajo seguro, en tiempo de pandemia. La relación de confianza existente entre las empresas formales, y conocidas del sector, con los trabajadores que contratan cada temporada, es un activo para reducir los riesgos.
Es primordial que se retomen las instancias de dialogo social, en el ámbito de trabajo en Magallanes. Cada sector productivo enfrenta con sus particularidades, el desafío sanitario, y se requiere claridad en la información. Se requiere eficiencia en la acción estatal, concentrar los esfuerzos, en entregar herramientas a empleadores y trabajadores, promover la asociatividad, y facilitar los procedimientos.
Ernesto Sepúlveda Tornero