Como los contagios no disminuyen en Punta Arenas, el gobierno dispuso una tercera semana de cuarentena para la ciudad.
Los casos aumentan aquí, según opinión generalizada, por la irresponsabilidad de los puntarenenses.
Esta irresponsabilidad queda de manifiesto en las colas que se forman en los supermercados y la actuación de la gente como si aquí no pasara nada. El lunes, una larga fila de automóviles llenaba la avenida Bulnes, desde la Universidad de Magallanes hasta la zona franca. Los autos no solo llevaban al conductor sino a varios acompañantes, incluyendo niños, como fue fácil ver. Todos, seguramente, llevaban salvoconductos.
El intendente, José Fernández, según La Prensa Austral, reaccionó indignado por las últimas cifras de contagiados con coronavirus en Punta Arenas.
El intendente dijo, según el diario, “¿Qué parte no entienden que deben quedarse en casa?”.
“¿Cómo se puede entender -dijo Fernández- que en un día, a través de la plataforma comisaría virtual o en forma presencial, se entreguen más de 8 mil permisos para salir de las viviendas? Es decir, para saltarse la cuarentena y andar exponiéndose al contagio y después convertirse en vectores del virus. ¿Qué parte no entienden, que deben quedarse en la casa?”.
Tiene razón, un exceso de salvoconductos.
Pero uno se acuerda de ese dicho tan chileno, “la culpa no es del chancho sino del que le da el afrecho”.
¿Y quién da los salvoconductos, el afrecho, a estos chanchos?