Trabajar en base a objetivos terapéuticos en pos de promover un envejecimiento activo en las personas mayores, sobre todo, en medio de la crisis sanitaria que afecta a la población, es el objetivo que se planteó la Unidad de Kinesiología y Rehabilitación del Centro Asistencial Docente y de Investigación de la Universidad de Magallanes (CADI) con un proyecto que viene ejecutando desde los últimos meses de 2021 gracias al financiamiento del Gobierno Regional a través del 6% FNDR Deportes.
Se trata de una serie de talleres dirigido a 48 adultos mayores de 65 años de la comuna de Punta Arenas, que se centran en la actividad física y el manejo del dolor, de manera de brindarles una atención profesional integral que permita mejorar su calidad de vida desde el punto de vista kinésico. Es así que, a lo menos dos veces a la semana, por dos horas y divididos en grupos diferentes, asisten a las salas terapéuticas y de rehabilitación para ejecutar una rutina de ejercicios diseñada en base a sus necesidades.
La directora del CADI UMAG, Karena Espinoza, resaltó que esta iniciativa la están realizando de la mano de profesionales kinesiólogos docentes junto a estudiantes e internos de la carrera de Kinesiología, a objeto de favorecer un entorno saludable para las y los usuarios en el mejoramiento de su condición física, mermada durante la pandemia. Por ello, es que agradeció el apoyo del Gobierno Regional, valorando el compromiso de poner como prioridad la salud de los adultos mayores de Magallanes.
Movimiento, entretención y relajo
La kinesióloga, Alejandra Fernández, detalló el trabajo que realizan con los dos grupos de usuarios, cuyo eje central, dijo, está en el movimiento, la entretención y el relajo.
“Partimos con una movilidad y después hacemos entrenamiento funcional, es decir, en estaciones, que trabajan un minuto y medio para cambiarse a otra estación. La idea es que todo sea entretenido entonces con música vamos trabajando y usamos los principios del aroma terapia para que ellos puedan estar siempre activos. Después viene la fase de baile entretenido que es la fase que más esperan y finalizamos con la relajación, donde habitualmente utilizamos harto los principios de movimiento consciente, para que piensen más en su cuerpo y se liberen de los dolores y las tensiones que los aquejan”, señaló.
En ese proceso, comentó que van detectando debilidades como problemas de equilibrio, de coordinación y de movilidad que comienzan a subsanar a través de la terapia. De hecho, dijo que muchos de ellos, ya han mejorado su condición y, aún más, superado los miedos que traía aparejada la pandemia, ya que también se promueve y educa en el autocuidado.
María Angélica González de 65 años, contó que asiste regularmente junto a su esposo, expresando que “nos ha servido mucho como distracción y para movernos físicamente, sobretodo en pandemia, porque el hecho de venir aquí, tener contacto con otras personas, hacer un poco de actividad física, bailar, también nos está ayudando a perder el miedo de salir y convivir porque uno está constantemente con el temor de juntarse”. Junto con ello, valoró la atención que les ha brindado el equipo profesional del CADI, quienes, a su juicio “siempre están preocupados de nosotros, no sólo desde el punto de vista de salud, sino también en saber cómo nos sentimos”.
El proyecto ya está en su último período de ejecución, pero desde el CADI esperan poder dar continuidad a sus actividades si es posible acceder a nuevo financiamiento.